La empuñadura de la raqueta y la mano que la sujeta se encuentran muy relacionadas. Unos pocos conocen como puede influir en la
calidad de sus golpes la sujeción de la empuñadura. Dado que los métodos de aprendizaje oficiales recomiendan sólo una forma de sujetar la raqueta para cada golpe, es sencillísimo que al principio intente centrarse en la sujeción para la derecha o revés.
Del mismo modo ha empezado el buen jugador, sólo que jamás termina de probar si un giro a la derecha o izquierda de la empuñadura no podría hacer su golpe más seguro o efectivo. Así que no extraña cuando utiliza dos sujeciones para el mismo golpe, que va alternando a elección dependiendo, por ejemplo, de la altura del golpe.
Fijémonos en los mejores. Todos los jugadores de torneos están una y otra vez obligado a golpear bolas a distintas alturas. Estas derechas, que enhebran con más o menos torsión, deben volar sobre la red unas veces más altas o lentas, otras más bajas y rápidas. Para poder dirigir la bola cambia mínimamente la sujeción de la empuñadura. Yo no creo que esto lo haga a conciencia, sino que, gracias a las incontables derechas que ha interpretado, su subconsciente programado gesticula por él.
"El austriaco Skotf sujeta su raqueta extremadamente larga"
En cambio, deberíamos copiar inmediatamente el cambio de la presión de los dedos.
Esto fluctúa desde agarrar como en un torno (en el resto al primer servicio), hasta casi una insensible sujeción. Es un hecho, para muchos irritante, que el buen jugador va hacia la bola con la mano aflojada y totalmente hueca. Pero, en realidad, sujeta su raqueta como se coge el cuchillo en la comida; sólo al coartar la carne (contactar con la bola) se presiona más durante unos segundos. ¡sólo así pueden trabajar óptimamente los sentidos, los músculos y las articulaciones del brazo y mano! Una permanente presión sobre la empuñadura es a menudo el origen de malos golpes.
Sujetar la empuñadura siempre de un modo tiene sus ventajas e inconvenientes. Aunque, como norma, deberíamos probar necesariamente distintas empuñadura.